- La lactancia materna o las fórmulas de inicio, cubren todas las necesidades del lactante sano, como alimento exclusivo hasta los seis meses de vida.
- No introduzcas en la alimentación ningún alimento sin el consejo de tu pediatra. El pediatra valorará el mejor momento para la introducción de los alimentos, de forma individualizada a tu bebé.
- La administración de alimentos distintos a la leche se realizará de forma gradual y firme, sin forzar al niño. El cambio de un sabor a otro requiere repetidos intentos.
- Todos los cambios dietéticos serán bien admitidos si los realiza lentamente y con intervalos para cada nuevo alimento entre 8-10-15 días.
- Si toma el pecho, evita utilizar tetinas y biberones para administrar cereales o zumos. Las zumos deberán ser naturales y sin azúcar añadido.
- No añadas sal a la comida durante el primer año.
- La leche de vaca entera y desnatada no se ofrecerá al lactante antes del primer año de vida. Se puede valorar la utilización de leches adaptadas hasta los tres años, en lugar de leche de vaca, para asegurarnos la cantidad necesaria y no mayor de proteínas y nutrientes que el bebé necesita.
- Los cereales o harinas de trigo, avena, cebada y centeno, por su contenido en gluten, no se introducirán antes de los cuatro meses y no más tarde de los siete meses.
- De los seis a los doce meses, la ingesta de leche debe ser de 500 mililitros al día.
- El huevo y el pescado no hay que introducirlos en la dieta hasta los ocho o diez meses de edad. Se ofrecerá la yema cocida, disuelta o triturada en caldos, purés o papillas. La clara no se ofrecerá hasta después de los doce meses de edad.
Imagen: chewonthatblog