Las complicaciones que surgen de la meningitis bacteriana pueden ser graves e incluir problemas neurológicos como la pérdida de la audición y de la vista, convulsiones y dificultades de aprendizaje. Aunque algunos niños desarrollan problemas neurológicos duraderos, con un diagnóstico y un tratamiento tempranos se recuperan por completo.
La medida de prevención más importante de la meningitis consiste en administrar las vacunas contra esta enfermedad que están disponibles hasta el momento. En nuestro país se dispone de la vacuna triple vírica (parotiditis, rubéola y sarampión), la de la varicela, la de la gripe, la del meningococo C, la del neumococo y la de Haemophilus influenzae tipo b.
Mantener un buen nivel de higiene es importante para prevenir la infección. Recuerda siempre a tu hijo la importancia de lavarse las manos con frecuencia y a conciencia, en especial antes de comer y después de ir al baño. Evita que tenga contacto con gente enferma y enséñale a que no comparta comida, bebida o utensilios. Esto también permitirá detener la transmisión de gérmenes.
En ciertos casos de meningitis es posible que los médicos decidan administrar antibióticos a aquellas personas que han estado en contacto estrecho con un enfermo, para prevenir la aparición de más casos de la enfermedad.
Imagen: anisalud
Lo que hay que saber de la meningitis I – Lo que hay que saber de la meningitis II – Lo que hay que saber de la meningitis III