Pero, aunque muchas mujeres son conscientes de la importancia de realizar actividad física durante el embarazo, la mayoría deja de practicarla una vez acontecido el parto, lo que es un grave error. A partir del puerperio es cuando hay que retomar con energías renovadas el ejercicio físico. El cuerpo lo necesita para recuperar el equilibrio físico y psíquico previo al embarazo.
La naturaleza humana, y especialmente la de la mujer, es asombrosa. Durante el embarazo, ésta tiene que soportar cambios de peso, disminución de la capacidad respiratoria, alteración en los parámetros cardiovasculares y “bailes” hormonales. Todos estos cambios ocurren de forma paulatina, permitiendo adaptarse al organismo. Sin embargo, a veces, pueden ser bruscos y llegar al extremo de poner en peligro la salud maternofetal.
En cualquier caso, el objetivo es llegar al parto para que una nueva y maravillosa vida surja del seno materno mediante el parto, una extraordinaria sobrecarga física y mental. Actualmente, gracias a la analgesia epidural y a las técnicas de conducción del mismo se ha logrado reducir en gran manera dicho estrés.
Pero el cuerpo materno ha quedado con la pelvis distendida, el canal del parto atónico y la musculatura abdominal desplazada y debilitada; el sistema nervioso ha perdido la capacidad de retornar la sangre y necesita recuperar su función o aparecerán las temidas varices. Y es aquí donde la mujer debe poner de su parte, mediante una actividad física regular.
Imagen: s21
Ejercitarse tras el parto II – Ejercitarse tras el parto III – Ejercitarse tras el parto IV
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