Las causas de estos traumatismos varían con la edad. Durante los dos primeros años las caídas a pie, al inicio de la deambulación, y la precipitación desde la cama, carritos, cambiadores, andadores y escaleras son las causas más frecuentes. Pero también se debe a malos tratos, bien por golpes directos o por sacudidas.
Por encima de los dos años, en los preescolares y escolares, además de las caídas y las precipitaciones aumentan los accidentes de tráfico, bien como peatón o como ocupante de vehículo, sobre todo las caídas de bicicleta.
En adolescentes la causa principal de traumatismo craneoencefálico son los accidentes de tráfico (bici y motocicleta) seguidos por los relacionados con la práctica deportiva.
El encéfalo infantil es un órgano en desarrollo y confiere al cerebro del niño, según su edad, una consistencia más blanda. Además, el cráneo de los niños es más delgado y deformable, sobre todo en los dos primeros años de vida. Debemos recordar también que el cráneo en los lactantes no es una “caja cerrada”, sino que existen fontanelas y suturas que pueden permitir compensar el aumento de la presión intracraneal que se produce por el edema cerebral tras traumatismos moderados o graves. Por todo esto es esencial proteger de forma adecuada el cerebro de los niños y prevenir posibles golpes.
Imagen: sheknows
Protección total de la cabeza de los niños II – Protección total de la cabeza de los niños III