En urgencias el pediatra explorará la cabeza y también las fosas nasales y los oídos del niño para buscar signos o síntomas de lesión neurológica y a evaluar el nivel de conciencia. También comprobará su tono y fuerza muscular, los reflejos, el tamaño de las pupilas, su reacción a la luz y el fondo de ojo.
Además, le realizará una exploración física completa.
Para evaluar el nivel de conciencia se emplea la escala de Glasgow adaptada a la edad pediátrica. Esta escala valora tres parámetros que son: las respuestas motoras, verbales y de apertura ocular y a cada uno se le asigna un valor dependiendo de la respuesta del niño, la puntuación de las tres áreas se suma y se interpreta. La puntuación más baja es de 3 y la más alta de 15.
Esta valoración es rápida, fácil, permite hacer un seguimiento y tiene un valor pronóstico. Así, de acuerdo con esta puntuación, se puede clasificar la gravedad del traumatismo craneoencefálico en normal, leve, moderado o grave.
Imagen: pequelia
Protección total de la cabeza de los niños I – Protección total de la cabeza de los niños III