Los bebés suelen nacer con poco de pelo, e incluso habrá algunos casos que ninguno, o que, el poco con el que nacieron, se les caiga en unos días.
En cualquier caso, el pelo del bebé será muy fino, más bien parecerá como una pelusilla por su suavidad. Al igual que el cuerpo, también se deberá cuidar el pelo del bebé. El hecho de que el bebé tenga muy poquito pelo, no es motivo para no prestarle atención.
Hay que elegir un champú suave con ph neutro, cuyo envase informe de que está especialmente indicado para bebés. Además de cuidar su cabello, estos champús, evitarán el temido escozor, cuando el producto por accidente les cae en los ojos.
En los casos de que el bebé tenga mucha cantidad de pelo y, especialmente cuando es rizado, se puede utilizar también algún acondicionador, que igualmente deberá estar pensado para niños.
¿Qué pasos dar para lavar el pelo al bebé?:
– Inclinamos su cabecita para atrás y se la mojamos, evitando (al menos durante los primeros meses) que le caiga agua en los ojos. A los bebés les suele molestar el agua en la cara y puede que su respuesta cuando la noten, sea romper a llorar.
– Echamos una cantidad pequeña de jabón y la repartimos frotando muy ligeramente.
– Retiramos el jabón echándole nuevamente la cabeza hacia atrás, y echamos agua (mejor si lo hacemos con algún recipiente que con la propia ducha, para evitar que se asuste con el ruido).
Uno de los problemas más frecuentes en el cuero cabelludo es la costra láctea o costra del lactante. Son unas especies de escamas de color marrón muy clarito, que no deben alertar a los padres. Para eliminarla, unas dos horas antes de bañarlo se le aplicará sobre la cabeza del bebé un algodón untado de aceite, después le enjuagamos la cabeza, y en la hora de baño la volveremos a lavar más a fondo, con champú. Después se cepillará el pelo en dirección contraria al nacimiento del vello, sin apretar y con un cepillo suave.
Imagen: Valentina Powers