Un niño con fobia social:
1. Tiene temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o actuaciones en público en las que se ve expuesto a personas que no pertenecen al ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás. Teme actuar de un modo (o mostrar síntomas de ansiedad) que sea humillante o embarazoso. Sus capacidades para relacionarse socialmente con sus familiares son normales y han existido siempre, y la ansiedad social aparece en las reuniones con individuos de su misma edad y no sólo en cualquier interrelación con un adulto.
2. Siente ansiedad ante la exposición a las situaciones sociales temidas, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación. En los niños la ansiedad puede traducirse en lloros, berrinches, inhibición o retraimiento en situaciones sociales donde los asistentes no pertenecen al marco familiar.
3. No reconoce que este temor es excesivo o irracional.
4. Evita las situaciones sociales o actuaciones en público temidas o bien las experimenta con ansiedad o malestar intensos.
5. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa o el malestar que aparece en las situaciones sociales o actuaciones en público temidas interfieren acusadamente con la rutina normal del niño, con sus relaciones académicas o sociales, o bien producen un malestar clínicamente significativo.
Imagen: creixentjunts