La maternidad es un vínculo importante de la vida, sin embargo, idealizar en exceso este vínculo puede volverse en contra de tantas mujeres que ponen unas expectativas desmedidas en el hecho de tener un hijo.
Por otra parte, para disfrutar de la maternidad también tienes que darte momentos de descanso a ti misma en los que desconectar de tu hijo para estar con tus amigas, disfrutar de tu espacio personal gracias a la realización de una afición y ser feliz.
Para disfrutar de la maternidad sin culpas, es importante que recuperes la objetividad a la hora de saber que el trabajo y la familia no son dos ámbitos que compiten entre sí. Por tanto, no tienes por qué elegir. De hecho, se trata de dos ámbitos que están relacionados en tanto que el trabajo también es una forma de amor porque a través del esfuerzo, cumples una actividad profesional para mantener a tus hijos. Pero además, si tienes una vocación profesional fuerte, te sientes mucho más valorada como madre y más realizada como persona cuando concilias ambos ámbitos aunque sea con dificultades.
La mejor forma de conciliar es tener una buena organización en casa y aprender a delegar. Cuando sabes que tus hijos están bien cuidados y atendidos también disfrutas mucho más de tu trabajo.
Del mismo modo, cultiva espacios de intimidad con tu pareja. Existe una costumbre saludable como la de hacer una escapada de novios, al menos, una vez al año.
La maternidad es una escuela de aprendizaje puesto que cada día puedes aprender algo nuevo de tus hijos. Pero además, también te descubres a ti misma desde otra perspectiva.
Foto – Ella Hoy