Uno de los grandes problemas de la crisis económica es que existen familias que tienen dificultades para llegar a final de mes y los niños no pueden llevar una dieta equilibrada de acuerdo a sus necesidades de crecimiento. Existe un ingrediente básico que es muy saludable, por ejemplo, la leche.
1. Es positivo tomar dos vasos de leche al día para obtener los nutrientes esenciales, por ejemplo, el calcio, el hierro y la vitamina D.
2. Tomar leche y productos lácteos durante la niñez es una inversión de salud a largo plazo. Es decir, los niños que se alimentan de esta forma tienen mejor estado físico en la etapa adulta, caminan con más rapidez y tienen una mejor salud de los huesos.
3. La leche también es fundamental para favorecer el fortalecimiento de los dientes. En ese caso, tomar leche ayuda a los niños a cuidar de sus piezas infantiles durante más tiempo y a reducir la visita al dentista por motivo de caries. Conviene acompañar los buenos hábitos de alimentación con una buena higiene bucal. Es decir, conviene enseñar a los niños a lavarse los dientes después de cada comida.
4. La leche también produce beneficios vinculados con el descanso. Por ejemplo, tomar un vaso de leche caliente antes de ir a dormir es una maravillosa forma de despedir el día. Puede ser un hábito que a modo de ritual ayude a los niños a vivir mejor la rutina.
5. La leche también ayuda a crear momentos emocionales compartidos en familia, por ejemplo, cuando todos los miembros de la familia toman un chocolate caliente en una fría tarde de invierno. Además, la leche es saludable para todos los miembros de la familia, por ello, no puede faltar en la cesta de la compra.
Fuente – I Mujer