La composición de los ácidos grasos de la leche humana es relativamente estable. La leche humana es rica en estos ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga. Los ácidos grasos araquidónico (AA) y docosahexaenoico (DHA) son ácidos grasos esenciales que participan en la formación de la sustancia gris y en la mielinización de las fibras nerviosas respectivamente. La leche materna es rica en colesterol.
Vitaminas
La concentración de vitaminas en la leche humana es la adecuada para el niño, pero puede variar según la ingesta de la madre. La leche materna contiene vitaminas hidro-solubles y liposolubles. La concentración de vitaminas hidro-solubles en la leche materna variará mucho dependiendo de la dieta de la madre. Las deficiencias de estas vitaminas en los niños son raras, aún en casos de mujeres desnutridas o vegetarianas que tienen mayor riesgo de deficiencia de vitamina B.
Calcio, fósforo
La relación calcio-fósforo en la leche humana es de 2:1. Tiene un buen aporte de estos minerales en las cantidades apropiadas para las necesidades del bebé.
Hierro
En los niños amamantados exclusivamente con leche materna en los primeros 6-8 meses de vida, la anemia por deficiencia de hierro es poco frecuente. Los niños amamantados por madres bien nutridas tienen suficiente hierro en sus depósitos hepáticos como para cubrir sus necesidades durante buena parte del primer año de vida.
Zinc
Es esencial para las estructuras de las enzimas y su funcionamiento y para el crecimiento y la inmunidad celular. Las cantidades de zinc en la leche humana son pequeñas, pero suficientes para cubrir las necesidades del niño sin alterar la absorción del hierro y del cobre.
Elementos traza
En general, el niño alimentado al pecho presenta pocos riesgos de deficiencia o exceso de minerales traza.
Imagen: panorama