La llegada de una nueva vida a la familia trae consigo muchos cambios que requieren de un alto grado de inteligencia emocional para asimilar la información cuanto antes desde el punto de vista vital. El posparto muestra también cambios no sólo en el ritmo de vida de la mujer previo al estado de buena esperanza sino que también rompe con el momento emocional tan intenso que cualquier mujer vive en el embarazo.
Para tener una buena inteligencia emocional en el posparto es muy importante que la mamá aprenda a expresar de una forma libre cuáles son sus necesidades sin esperar a que su pareja u otros familiares adivinen cómo se siente. La comunicación siempre es importante en una relación de pareja pero cuando se trata de formar una familia, todavía más.
Para reforzar la inteligencia emocional en el posparto es importante que la mamá también escuche su mundo interior y sus propias necesidades y no esté solo pendiente de qué necesita el niño. Por ello, también es un acto positivo por parte de amigos y familiares que no sólo compren regalos para el bebé sino que también tengan algún detalle con la mamá.
Del mismo modo, muchas veces, el entorno más cercano solo pone atención en el niño que al ser la novedad de la familia se convierte en el centro de mimos y atenciones. Sin embargo, es importante que los amigos más cercanos muestren interés por saber cómo se encuentra la madre.
Tómate las cosas con filosofía en el posparto y aprende a establecer un orden de prioridades de acuerdo a tus objetivos del momento. Además, relativiza cosas que no tienen tanto valor, por ejemplo, no pasa nada porque la casa no esté perfecta, lo normal es que no esté tan en orden como te gustaría. Pero tienes que ser realista.
Cualquier mujer que acaba de ser madre necesita recibir mucho cariño, por ello, comparte el vínculo emocional con tu hijo, pide un abrazo a tu madre y comparte tiempo con tu pareja.
Foto – Laive