Una vez que nos ha quedado claro que debemos sacar partido de los alimentos del verano, nunca está de más tener a mano unos buenos consejos sobre cómo planificar menús veraniegos. Es muy sencillo y, aunque en un principio puede haceros pensar que es algo repetitivo, nada más lejos de la realidad. Aquí los tenéis:
- Evita la monotonía en la preparación de ensaladas y utiliza aceites vegetales variados (oliva, girasol, soja, sésamo, etcétera), distintos vinagres (de manzana, de jerez, balsámico, de hierbas…) y hierbas aromáticas (cebollino, perejil, ajo, orégano, albahaca, eneldo…).
- Al hacer un zumo de fruta, parte de la fibra queda en el exprimidor. Es por eso que no hay que abusar de ellos. Para un mayor aporte de fibra, consumid las frutas con su piel, después de lavarlas bien.
- Para acompañar platos de carnes o pescados es aconsejable utilizar técnicas culinarias sencillas (plancha, al horno, papillote o vapor) y salsas ligeras. Reserva para ocasiones especiales los fritos, rebozados o empanados.
- Lleva a la playa o a la piscina tentempiés naturales como fruta fresca ya pelada, para asegurar una buena hidratación y aportar energía.
- No es bueno abusar de los helados industriales, son preferibles los caseros y naturales.
- Evita el abuso de refrescos azucarados, zumos envasados, batidos, etcétera.
- Respeta lo máximo posible los horarios de alimentación de los pequeños.
Y listo, ya estamos más que preparados para disfrutar de todo el verano.
Foto | Michael Bentley