El momento en el que nace un bebé es tan especial que el exceso de expectativas también puede volverse en contra. Disfrutar de tu recién nacido es el máximo objetivo que puedes plantearte. ¿Cómo lograr este objetivo?
En primer lugar, es muy importante tener una buena planificación. Por ejemplo, anota en una libreta los números de teléfono de las personas a las que llamarás por teléfono para darles la noticia del nacimiento del bebé. Existen mujeres que se bloquean a sí mismas porque tienen una exigencia excesiva sobre sí mismas al tener una visión ideal de la maternidad. No existe la madre perfecta, por tanto, libérate de cualquier estereotipo de perfección.
Anímate a pedir el correo electrónico a las compañeras de los cursos de preparación al parto para seguir en contacto. Este nexo emocional es muy enriquecedor ya que es estimulante compartir experiencias con personas que viven una misma etapa.
No tengas prisa, tómate tu tiempo para adaptarte a tu nueva realidad de una forma gradual. Los cambios son bruscos pero es importante darte tiempo para asimilar el proceso. Disfruta de los preparativos de la llegada del bebé para preparar todos los detalles con tranquilidad.
Busca tiempo para ti sin sentirte mal por ello. Es un gesto de inteligencia emocional buscar el equilibrio en las relaciones personales y todo ser humano necesita tener espacios de intimidad. Una buena organización de pareja es clave para lograr este objetivo. Diferencia entre lo prioritario y lo secundario para tener un orden de prioridades que te haga sentir bien: no pasa nada porque la casa no esté perfectamente ordenada.
Céntrate en el presente porque todos los miedos de futuro desaparecen cuando conectas con este instante.
Fuentes – Todo Papás, Guía Mamá y Bebé
Foto – Favitia