Preguntas frecuentes durante el embarazo I

En toda consulta ginecológica que se precie surgen las mismas preguntas por parte de las embarazadas, sobre todo de las primerizas. Algunas son serias e interesantes, mientras otras surgen de mentideros reales y virtuales (Google aquí resulta especialmente devastador). En cualquier caso, todas responden a la natural preocupación de las mujeres que desean tener un embarazo lo más tranquilo y exento de riesgos posible, así como proteger a sus futuros bebés de todo lo que pueda suponer una amenaza.

Estoy embarazada, ¿puedo comer jamón?

Esta pregunta es un auténtico clásico. Y aún se cuestiona la bondad de comer jamón durante el embarazo. Para empezar, el jamón curado (y por extensión el lomo) es una excelente forma de conservación de la carne. Mediante el salazón y el posterior secado durante varios meses se elimina cualquier posible parásito u organismo que pudiera corromper la carne.

El jamón es un alimento seguro durante el embarazo a más no poder, siempre y cuando cumpla un requisito indispensable: que el proceso de curación haya sido completo. Un jamón, o lomo, mal curado no garantiza la ausencia de aquellos gérmenes ya mencionados. El jamón ha de ser bueno y de calidad. Hay quien lo congela antes de consumirlo pero no es necesario. Eso sí, si a la embarazada le da más seguridad, no pasa nada.

Estoy embarazada y tengo un mioma, ¿hasta qué punto interferirá en el embarazo?

Los miomas son el hallazgo ginecológico más frecuente; no es extraño, por ello, que mujeres embarazadas presenten miomas uterinos. Dependiendo del número de estos miomas, de su localización en el útero y de su tamaño podrían ejercer algún efecto sobre el embarazo, no se puede establecer una regla universal y hay que estudiar cada caso, individualizando la actitud a seguir.

En ocasiones, los miomas son causas directas de esterilidad, por lo que en esos casos hay que realizar un tratamiento quirúrgico antes de intentar un nuevo embarazo. Muchas otras veces coexisten miomas y embarazo sin problemas, pudiendo aparecer algún defecto en la normal contractilidad del músculo uterino, o un compromiso de espacio por miomas muy grandes y con localización “estratégica”, capaces de condicionar el momento del parto y/o la forma del mismo.

Preguntas frecuentes durante el embarazo II

Foto | Jesús Belzunce Gómez