Existe una diferencia importante entre la tristeza y la depresión. La tristeza es un sentimiento natural que surge ante una causa concreta. Sin embargo, un estado emocional depresivo se define por la tristeza profunda y la apatía prolongada de forma permanente a lo largo de los días. La mente humana es muy compleja, y es fundamental partir de esta premisa para comprender mejor el mundo emocional de una persona.
En nuestro caso, hablaremos de la depresión postparto, porque a pesar de que el nacimiento de un niño es un motivo de alegría en sí mismo, también es un cambio muy profundo en la vida de una persona y ese cambio puede hacer que la mujer se sienta desbordada por los acontecimientos externos y el exceso de responsabilidad.
¿Por qué me siento así?
Las causas principales de la depresión postparto son los cambios físicos y emocionales que experimenta una mujer tras dar a luz, modificaciones en la vida social (teniendo menos espacio para los planes de ocio y menos independencia para quedar con los amigos), o la alteración del ritmo en la rutina cotidiana, como muestra la falta de descanso adecuado. Precisamente esa falta de descanso eleva la sensación de cansancio que potencia el pensamiento negativo.
Pero además, la ansiedad existencial es más profunda cuando una persona se deja llevar por los miedos y ansiedades de futuro. El futuro es la puerta de las preocupaciones. Curiosamente, tras la maternidad, cualquier mujer pone más atención en ese futuro que está asociado con el crecimiento del niño.
No se puede determinar a nivel de causa y efecto cuándo una mujer va a sufrir una depresión postparto, porque cada persona es única e irrepetible y tiene unas particularidades concretas. Sin embargo, sí existen rasgos que podrían ser indicativos de tener una mayor probabilidad de padecer depresión postparto. ¿Qué rasgos son los que marcan esta tendencia?
La edad es un factor muy importante a tener en cuenta y conviene puntualizar que la maternidad vivida a una edad muy temprana puede desbordar a nivel emocional. La maternidad antes de los veinte años es un factor de riesgo en relación con la depresión postparto porque la maternidad en esa etapa representa un cambio de vida totalmente radical.
La situación personal de la mujer también puede ser causa de una depresión postparto. Por ejemplo, en caso de haber sufrido un embarazo no deseado, es posible sufrir sentimientos contradictorios respecto del bebé. Además, en el plano de la relación de pareja, es importante puntualizar que un hijo puede romper todavía más los esquemas en medio de una relación de pareja difícil. Por eso, si una mujer se siente poco apoyada por su pareja también es más vulnerable ante la posibilidad de sufrir depresión postparto. En otro orden de preocupaciones, los problemas de trabajo, el desempleo de larga duración o la dificultad para hacer frente a los gastos de la vivienda, también son un factor añadido de preocupación en la depresión postparto.
Aquellas personas que han sufrido algún episodio de depresión en etapas anteriores de su vida también tienen más probabilidades de sufrir depresión. Del mismo modo, quienes hayan vivido alguna circunstancia traumática durante el proceso de gestación, por ejemplo, la muerte de un ser querido, puede implicar una depresión asociada al proceso de duelo.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión postparto?
Existen distintos síntomas que muestran la depresión postparto. A nivel emocional, la mujer se siente desbordada por circunstancias cotidianas, además, sufre cambios constantes de humor y vive en una especie de noria emocional con subidas y bajadas (pero con una predominancia de los estados de bajada). La mujer se siente poco valiosa y tiene la autoestima por los suelos.
No se valora de verdad a sí misma, por ello, también se siente incapaz. Sentimiento de soledad e incluso de aislamiento, es decir, tener la sensación de no formar parte del mundo. La mujer siente que ha cambiado tanto su realidad que le cuesta mucho adaptarse de nuevo a ella. Y siente que no todas las piezas de su puzzle existencial encajan en armonía. Esta sensación de falta de adaptación a la nueva realidad, está vinculada con el sentimiento de desamparo de quien se siente desprotegida.
La depresión postparto produce un malestar interno que es consecuencia de la tristeza, un malestar que desborda a quien lo sufre y altera su capacidad de concentración en labores cotidianas del trabajo o del hogar. La tristeza centra la atención en las preocupaciones (preocuparte antes de tiempo) lo que impide que la mente se ocupe en presente de asuntos cotidianos.
La tristeza en sí misma agota. Como sentimiento tiene su reflejo a nivel corporal y el efecto directo de la tristeza anímica es el cansancio, la falta de energía para hacer frente a la jornada con ilusión.
Otro rasgo de la depresión postparto es la abundancia de pensamientos negativos en la mente al punto de que las ideas pesimistas abundan más que las ideas positivas a modo de balance existencial. El punto de vista desde el que se interpreta la realidad es de color gris. Y con frecuencia, la mujer se culpa por ello e incluso, se siente sola en su tristeza al sentirse incomprendida por los demás.
La depresión postparto produce manifestaciones que pueden ser opuestas. Pueden darse casos de mujeres que muestran una excesiva preocupación por el niño o al contrario, también puede darse la realidad opuesta (tener una obsesión extrema por su cuidado y su bienestar). Por otra parte, la mujer también puede experimentar miedo ante la idea de quedarse a solas con el niño.
¿Existe un tratamiento eficaz para esta depresión?
En primer lugar, es muy importante recordar que en temas de salud siempre se debe de consultar con el experto que como profesional está cualificado para realizar un diagnóstico en cada caso. De acuerdo a los matices concretos de cada caso, el médico indicará unas pautas con el objetivo de tratar la depresión postparto porque dicha depresión se puede curar. Entre las recomendaciones a tener en cuenta es no hacer grandes cambios personales al poco tiempo de dar a luz. Hablar con otras madres o formar parte de un grupo de apoyo también es un punto de ayuda emocional.
La depresión durante el embarazo y la depresión postparto son independientes, sin embargo, una persona que ha sufrido depresión durante el embarazo tiene más posibilidades de sentir tristeza tras el parto.
Fuente – Medline Plus
Foto – Frank Black Noir