La salud no solo remite al plano físico sino también, al ámbito emocional. Un proceso de enormes cambios físicos como el embarazo, está marcado por una evolución emocional que tiene una base hormonal, pero también tiene un trasfondo existencial puesto que la noticia de tener un hijo cambia por completo el mapa del mundo de una persona. Además, durante el embarazo, también conviene puntualizar que la parte emocional adquiere protagonismo mientras que la parte racional se reduce como consecuencia de los niveles de estrógenos y progesterona.
Estos cambios influyen de forma directa en el modo de ser de la mujer embarazada al punto de que puede darse el caso de una mujer muy segura de sí misma que pasa a experimentar inseguridades notables. Existe una hipersensibilidad hacia asuntos que antes pasaban totalmente desapercibidos. La perspectiva vital también cambia en función de la etapa de embarazo en la que se encuentre una mujer, de ahí que su mundo interior adquiere unos matices distintos que hoy analizamos en profundidad en Bebé Feliz poniendo el punto de atención detallado en cada trimestre.
Foto Ornella Sena de Flickr
Cambios emocionales durante el primer trimestre
La idea de tener un hijo es una noticia trascendental ante la que la mujer experimenta sentimientos contradictorios. Por ejemplo, siente alegría por la feliz noticia pero también miedo ante lo desconocido. Ilusión por esa nueva etapa además de inseguridad ante la propia responsabilidad. Es muy habitual experimentar algún tipo de miedo ante la duda de no saber hacer frente a todo aquello que está por llegar.
Estos cambios emocionales producen cansancio porque las emociones tienen su reflejo a nivel físico (somatización). Pero además, en las relaciones personales de máxima intimidad como en el vínculo de pareja, la mujer puede tener actitudes que son poco previsibles a modo de causa y efecto, lo que produce desorientación en aquellos que le rodean.
Durante esta etapa, es posible pasar de la risa al llanto y de la alegría al mal humor. El primer trimestre de embarazo es un periodo de adaptación a nivel emocional muy necesario para asimilar la noticia y todos los cambios que se avecinan. Además, las parejas suelen esperar tres meses hasta compartir el dato con los familiares y amigos. Algo que es positivo para que en el contexto de la intimidad de la pareja se interiorice de verdad el nuevo rol como padres.
¿Cómo afrontar en positivo esta etapa tan vivencial? Esta etapa implica una enorme desorientación y toda inquietud puede producir malestar emocional. En el ámbito de la salud, es fundamental que consultes cualquier duda con tu médico ya que además de mejorar la confianza con el especialista también te permite afrontar tu embarazo con información adecuada.
Es positivo celebrar con la pareja la feliz noticia para reforzar todavía más el vínculo. El embarazo debe de ser una felicidad compartida. En ese caso, podéis programar un plan que os guste especialmente.
La noticia del embarazo marca un antes y un después en la vida de cualquier mujer y aunque cualquier persona puede tener la sensación de que eso lo cambia todo, la realidad es que es muy necesario continuar con unas rutinas habituales. Es recomendable realizar un ejercicio de relajación al empezar el día y otro ejercicio al despedir la jornada para centrar la atención en el presente y conectar cuerpo y mente.
Cambios emocionales propios del segundo trimestre
Los cambios homornales se estabilizan durante esta etapa, motivo por el que la mujer embarazada también se siente más tranquila a nivel emocional. Gracias al paso del tiempo, la futura mamá ha ido asimilando la noticia poco a poco y se siente más preparada para hacer frente a los cambios. Esto aporta tranquilidad emocional y seguridad en una misma.
Además, es una etapa en la que la mujer se siente protagonista en su entorno más cercano porque es el momento de compartir la feliz noticia con amigos y familiares. Algo que produce un efecto arropamiento que hace que cualquier mujer se sienta más querida. Y el amor, a nivel emocional, produce alegría, motivación y fuerza.
El orden de prioridades de la mujer embarazada ya ha cambiado en esta etapa. Todo su mundo empieza a girar alrededor de la idea de dar la bienvenida al bebé, por eso, es muy importante centrar la atención en los preparativos y disfrutar de cada detalle. En ese caso, lo verdaderamente importante es implicar a la pareja en estos preparativos para disfrutar de la responsabilidad compartida de tener un hijo. Implica a tu pareja en las visitas médicas y en las pruebas.
Además, dado que como dijimos las relaciones personales son tan importantes en esta etapa, también es un buen momento para disfrutar de los vínculos afectivos y organizar más planes en común con otras personas. El efecto terapéutico del amor es muy positivo. Una rutina como pasear es efectiva para poner en armonía cuerpo y mente.
Existen mujeres que también disfrutan escribiendo su diario de embarazo que propicia el autoconocimiento, la expresión emocional y ayuda a fortalecer el vínculo con el bebé.
Foto José Manuel Rios Vallente en Flickr
Cambios emocionales propios del tercer trimestre
Los cambios emocionales también están muy vinculados con los cambios físicos. En este trimestre, la calidad del descanso empeora como consecuencia del aumento de peso, lo que produce cansancio y dificultades para dormir. El dolor de espalda aumenta. La sensación del tiempo también cambia en tanto que la mujer tiene la sensación de que la cuenta atrás se le hace interminable. Aumenta el miedo al parto. También puede surgir lo que se conoce como Síndrome del Nido, querer tenerlo todo preparado y perfecto para dar la bienvenida al niño.
La mejor forma de hacer frente a los cambios emocionales de esta etapa es recordar que se trata de un periodo concreto y temporal. Saber que algo es pasajero también ayuda a sobrellevarlo mejor. Además, también es muy importante aprovechar de verdad los cursos de preparación al parto como una experiencia enriquecedora por la información que reportan.
En la recta final del tercer trimestre es aconsejable buscar la forma de estar acompañada gran parte del tiempo porque la compañía de alguien querido aporta seguridad. Además, para calmar la ansiedad puedes realizar ejercicios de visualización positiva en los que imagines bonitas situaciones de futuro en las que estás junto a tu bebé.
Vía | Guía Infantil
Foto | Foto de Esparta Parma en Flick