Tras pasar las largas semanas de embarazo se acerca el momento del nacimiento del bebé. El papel del padre ya no es el de observador que espera fuera de la sala de dilatación y del paritorio para que le enseñen a su hijo. Las cosas, por suerte, han cambiado y el rol del hombre debe ser activo, acompañando a la futura mamá en el duro trabajo del parto.
Pero su apoyo va mucho más allá, ya que incluso se puede ocupar de su bebé si la madre no puede estar con él inmediatamente.
Antes del parto es recomendable que el padre acuda junto a la madre a las clases de educación maternal, ya que allí les van a enseñar a identificar los signos del comienzo del parto, qué hacer durante la dilatación, los cuidados del recién nacido… También es aconsejable ir a la visita del hospital; de esta forma el papá podrá orientarse y no se encontrará en un sitio desconocido llegado el momento del nacimiento de su hijo.
El papel del padre durante el transcurso del parto consiste en apoyar a su pareja, dándole ánimo y recordándole que cada dolor que ella siente le aproxima más al nacimiento de su hijo. El padre puede prestar ciertas medidas para el alivio del dolor como masajear la zona del sacro o facilitar la postura en que ella se encuentre más cómoda. Una vez que la mujer se encuentra de parto, pasa a la sala de dilatación, en la que solo podrá tener un acompañante, que suele ser su pareja.
Durante el proceso de dilatación la mujer necesitará el apoyo de su pareja, ya que sentirá que no tiene fuerzas y que no puede más. Pero el hombre está con ella, para recordarle que le queda poco para conocer a su pequeño. En el momento del nacimiento el padre o pareja se encontrará siempre al lado de la madre, salvo que sea un parto instrumental, en el cual deberá esperar fuera para poder pasar de nuevo.
En este momento son muy importantes los ánimos de la pareja: que le abanique, que le quite el sudor de la frente y por supuesto que se emocionen e incluso lloren juntos por la alegría del nacimiento de su bebé. Si así lo desea, la pareja o papá puede cortar el cordón umbilical; eso sí, siempre con la ayuda de la matrona que le indicará por dónde hacerlo.
Las dos primeras horas tras el nacimiento se pasan en el paritorio, en la sala de posparto. Durante este tiempo, el papá/pareja se encontrará junto a la mamá y el bebé y éste iniciará la lactancia materna. Pero, ¿qué pasa si el bebé nace por cesárea y la mamá se tiene que ir a reanimación? Entonces el papá/pareja será el encargado de tomar el contacto piel con piel con su hijo, en lugar de dejarlo solo en la cuna térmica. En este caso es aconsejable que el padre/pareja lleve puesta una camiseta abotonada, para que el bebé se pueda pegar a su pecho más fácilmente.
Normalmente cuando los papás/parejas salen del paritorio, empiezan las visitas de la familia, que está deseando conocer al recién nacido. Éste es un momento de recuerdo para todos, pero, pasadas las primeras horas, la mamá debe descansar; por lo tante, el papel del padre/pareja en estos momentos será el de recordar esto a las visitas. Muchas madres no quieren dar el pecho delante de las visitas, por lo que la pareja puede encargarse de pedirle a los familiares que esperen en el pasillo.
Y a partir de ahí, cuando todos se hayan ido y los progenitores y el hijo se queden por fin a solas, empezará una nueva aventura para los tres.
Fotos | Mavi Villatoro; Luz Prieto