Cuando el niño empieza en la escuela, todo es nuevo para él, es la primera vez que se encuentra con otros niños a los que no conoce, con otros adultos también desconocidos… Para hacerle más fáciles y llevaderos los primeros días de escuela y para que vayan al cole contentos y de forma segura, es recomendable realizar un periodo de adaptación.
Los padres tienen que tener total confianza en el centro donde van a dejar a su hijo y tener la absoluta certeza de que la profesora que va a cuidar de su pequeño, es una verdadera profesional, ya que muchas familias viven este momento con angustia o culpa por tener que dejar a sus hijos por primera vez en la escuela infantil y esto repercutirá de forma negativa en la adaptación del niño al colegio.
El papel de la familia y de los profesores es fundamental para ayudar al niño en este periodo de adaptación. Es muy importante que haya mucha comunicación entre la familia y el centro. Los padres aportarán información que permita conocer mejor al niño y algunos rasgos de su personalidad y los profesores les explicarán a los padres cómo van a realizar la adaptación en el aula y la actitud que tendrán de respeto y cariño hacia el alumno. Todo esto creará un clima de seguridad y cordialidad que hará que el niño se sienta más seguro.
Antes de que el niño empiece en la escuela infantil, los padres deben de hablar con él con mucha tranquilidad, deben explicarle que va a estar con otros niños, que va a jugar con otros juguetes y que va a aprender muchas cosas nuevas.
Las familias tienen que ver el inicio de la escuela infantil como algo normal, si el niño ve a sus padres nerviosos o con temor, lo va a percibir inmediatamente. Los padres tienen que estar tranquilos y muy contentos para que su hijo vea el momento de la entrada al cole por primera vez como una experiencia divertida y muy positiva para él.
Debemos saber que los primeros días van a ser un poco difíciles para todos. El niño seguramente llorará al entrar en la escuela infantil, y se agarrará con fuerza de la mano del adulto que lo lleve, esta reacción es completamente normal, la mayoría de los niños lo hace en los primeros días de escuela. Los padres tienen que mantener una actitud positiva y segura; cuando el niño entre a la clase y pase un rato se calmará y empezará a jugar con sus compañeros.
Es posible que el niño retroceda en algunos aspectos que ya había superado. Separarse de la familia, puede llevarle a una pequeña regresión como, por ejemplo, volver a hacerse pis, querer llevar chupete, alteraciones en el sueño o en la comida…
Puede que cuando salga de la escuela lo haga llorando. Durante el tiempo que ha estado en el centro, aunque lo haya pasado bien, ha echado en falta a su familia, y cuando vuelva a verla, llora, aunque se sienta aliviado de estar con ella. Estas reacciones son totalmente normales en este periodo y que si lo entendemos de una forma natural, estaremos ayudando al niño en la resolución de este proceso que es el periodo de adaptación.
Es importante saber que cada niño es particular y tiene su propia personalidad, por lo que se adaptará de una forma distinta y puede mostrar una respuesta diferente a la misma situación. Para todo ello va a necesitar que le ofrezcamos una gran comprensión y ayuda (que no consiste en evitar sus sentimientos, sino entenderlos).
Los padres y los profesores tendrán que tener unas buenas dosis de paciencia y cariño, todos los niños superan este periodo de adaptación, más pronto de lo que esperamos el niño saldrá muy contento de la escuela infantil, ya que es un lugar perfecto para aprender cosas nuevas, para hacer amigos y para jugar. Siempre tendrá unos adultos dispuestos a enseñarle y muy pendientes de cualquier problema que pueda surgir.