La temperatura es otro aspecto fundamental para el bienestar del pequeño, así que debemos prestarle especial atención cuando tenemos un bebé en casa, especialmente a la hora de acostarlo a dormir.
Se aconseja una temperatura diurna de entre 22 y 24ºC, mientras que durante la noche la temperatura ideal para a habitación infantil es entre 18 y 20ºC, teniendo en cuenta que el bebé duerme tapado con la ropa de cama.
No es bueno que el pequeño sude, por ello no es conveniente abrigarlo en exceso y hay que mantener la estancia a una temperatura agradable, independientemente de la estación del año en la que nos encontremos.
Otra tarea indispensable es la elección del colchón de la cuna del bebé. Cuando lo compres controla que sea duro para que el bebé no se hunda en él ya que no es bueno para su columna que sea blando.
Debe tener las medidas exactas, de forma que entre justo en el espacio de la cuna, ya que si el colchón es pequeño, el bebé podría deslizarse y quedar entre el hueco que quede, o se le pueden quedar atrapados una pierna o un brazo.
En lo que respecta a la altura ideal, ésta es de unos 40 cm aproximadamente, pero hay que tener en cuenta que, cuando el bebé crezca y pueda ponerse de pie por sí solo, la altura del colchón con respecto a los bordes será de entre 60 y 70 cm aproximadamente. De esta forma no podrá asomarse y caerse de la cama.
Hay que controlar que las sábanas sean del tamaño justo del colchón y que la sábana bajera tenga elástico para que no se desarme y le pueda tapar la cabecita al bebé.
También hay que tener en cuenta que lo ideal es que el colchón tenga un relleno hipoalergénico, para evitar así posibles reacciones alérgicas. En cuanto a la almohada, hasta los dos años no es aconsejable su uso y la primera que tenga no debe ser muy blanda.
Imagen: comocuidarbebes