Que un bebé se lance a andar es una de las cosas que los padres esperan con más ganas, y también para los pequeños será todo un logro ya que les dará una mayor autonomía al poder moverse sin que sea necesario la ayuda de un adulto. Es por ello, que unido al hecho de andar se une otro, el de explorar todos los rincones de allá donde se encuentre, y es que, la curiosidad por descubrir nuevas cosas está tan presente que lo habitual será que no quieran parar quietos en un mismo sitio durante mucho tiempo.
Pero antes de llegar al momento de andar, es recomendable dejarlos gatear, algo que se hará sobre los 8 meses. Con esto, el bebé ya comenzará con sus escapadas y empezará a interesarse por todo lo que encuentra a su paso.
Sobre los 11 meses los bebés (esta edad es orientativa ya que cada niño evoluciona de diferente forma y lleva un ritmo distinto) ya pueden dar pasos mientras se le agarran las dos manos, o incluso una solamente. Y será alrededor de los 13 meses cuando comienza a andar él solo, aunque no será hasta aproximadamente los 18 meses cuando domine ya completamente esto, y hasta los 24 meses cuando empiece a correr con mayor seguridad. Aunque el ejercicio de correr no será perfecto hasta los 3 años.
Es normal que cuando los bebés empiezan a dar los primeros pasos, se caigan a menudo, cosa a lo que no se debe responder con inquietud, ya que lo único que se conseguirá es asustar al niño y puede que le coja miedo a seguir intentándolo. Precisamente porque son inestables y se caen a menudo, habrá que tener un hogar seguro, poniendo por ejemplo protectores en las esquinas de los muebles para evitar que se hagan realmente daño si se caen. Y si hablamos de seguridad, ahora que el niño puede ir a cualquier parte de la casa, no está de más colocar protectores también en los enchufes y no dejar ningún aparato eléctrico a su alcance.
Para estimular a los bebés a andar, se realizarán ejercicios muy obvios, como animarlo a dar pasos mientras se le agarra de ambas manos al principio y de una después, dejarle a mano muebles bajos, como una silla (pero siempre con cuidado de que no pueda echárselos encima al apoyarse sobre ellos) para que así aprenda a levantarse solo y fortalezca las piernas (un parque también ayudará a esto en gran manera), y demostrar especial énfasis cuando consiga objetivos. La mejor forma de estimulación es a través de los juegos, y a la hora de andar también se puede practicar, haciendo ejercicios con él, utilizando música y bailando, saltando sobre un cojín, dando patadas a una pelota, etcétera.