El cerebro de los bebés y el sistema nervioso comienza a formarse durante la gestación, y es por ello que el feto desde entonces puede comenzar a ser estimulado. De hecho esto se consigue incluso sin que la madre se lo proponga, ya que los movimientos al andar, las cosas que puede llegar a oír, e incluso los sabores que recibe, estimulan al bebe.
Pero se puede ir un poco más allá, y hacer otras cosas con las que se consiga este propósito, como ponerle música relajada, que la madre se dé un baño de agua, bailar, o cualquier otra acción que haga que ella se sienta bien, darán lugar a que el feto sienta esas sensaciones placenteras.
Igualmente si la futura madre está nerviosa o alterada, en el feto se activarán las hormonas del estrés, y si esta situación se alarga, podría llegar a sufrir consecuencias como no crecer como debería o coger poco peso, alterando así su correcto desarrollo y pudiendo llegar incluso a desencadenar un parto prematuro.
El estado de la mujer por tanto es realmente importante para una buena gestación, de manera que lo recomendable siempre es mantener la calma y cuidarse ella para que esto repercuta en el feto.
Centrándonos en lo que la mujer puede hacer para estimular al bebé antes de que nazcan se podrán realizar actividades como: hacer ejercicio con movimientos pensados para su estimulación, escuchar música y cantar, acariciarse la barriga y hablarle al bebé (esto también lo debe hacer el padre), hacer ruidos cerca del vientre por ejemplo con un sonajero, y, como ya decíamos, mantenerse siempre relajada y sentir todo ese cariño que se produce cuando se piensa en el día en el que por fin la madre pueda tener a su bebé en brazos.