A continuación continuaremos enumerando algunas malas costumbres, o malos hábitos, que la mujer gestante debería evitar:
– Evitar el exceso de café, té, y colas, es decir intentar tomar lo mínimo de cafeína, ya que esta sustancia puede afectar al desarrollo de bebé. Se cree que la cafeína durante el embarazo puede llegar a provocar (en grandes cantidades) abortos espontáneos o partos prematuros, sin embargo esto es algo que aun se está estudiando y no esa algo que se asegure al 100%, por tanto, lo mejor es no abusar, o mejor aún desecharla de la dieta, ya que no aporta nada al feto y por el contrario lo que sí está demostrado es que el exceso puede desencadenar que el feto no crezca adecuadamente.
Tampoco habrá que excederse con la cafeína mientras se le esté dando el pecho al bebé.
– Descuidar la ingesta de agua. El agua es necesaria para que la madre y el feto estén bien hidratados, además de ayudar al cuerpo a prepararse para los cambios, y aliviar los malestares típicos del embarazo como las náuseas.
– La pasividad. Permanecer la mayor parte del día sentada o tumbada (a no ser que por motivos extremos la mujer tenga que permanecer en reposo) no es algo que favorezca en ningún caso a la mujer ni al embarazo. Es recomendable hacer ejercicio y mantenerse activa durante el embarazo. No se trata de echar a correr por las mañanas o apuntarse al gimnasio, sino hacer ejercicios adaptados a cada mujer. Dar paseos a buen ritmo, o nadar son algunas opciones recomendables.
– Comer los alimentos prohibidos. Por mucho que apetezcan, lo mejor es evitarlos, si el médico aconseja no comerlos o explica cómo prepararlos para que no haya problemas, es por algo. La carne cruda o el pescado crudo, el queso sin pasteurizar, o las verduras sin cocer, serán algunos de esos alimentos a tener en cuenta.