Hoy terminamos esta serie de posts, hablando de las situaciones en las que los padres deben hacer saltar las alarmas. Si los niños han abusado del juego y no han tenido un control, puede que se den algunas situaciones problemáticas que deben detectarse antes de que sea demasiado tarde.
Si un niño empieza a mostrar algunas de las siguientes reacciones, es señal de que comienza a haber un problema en casa, y se deberán adoptar las medidas oportunas. En caso de no saber qué medidas tomar, no se debe desechar la idea de pedir ayuda profesional.
¿Cuándo hay que empezar a preocuparse?:
– Cuando el niño siente ansiedad por volver a jugar y no tiene otra idea en mente que coger la consola o el ordenador para continuar con una partida, descuidando así todas las demás actividades que debería realizar un niño de su edad.
– Cuando se vuelven violentos e irritables, y por supuesto cuando se muestra un bajón en las calificaciones escolares.
– En los casos en los que, para conseguir el nuevo videojuego de moda, los niños comienzan a realizar pequeños robos si no consiguen que los padres se lo compren.
– Cuando el carácter del niño varía. Un niño alegre y divertido, puede convertirse en uno triste y apático si llega al punto de sentir que necesita obligatoriamente los videojuegos para pasarlo bien.
– Cuando el niño se aísla y le interesa más jugar a un videojuego que salir a estar con los amigos o pasar tiempo con la propia familia.
– Cuando dejan de lado todas aquellas con las que antes se sentía bien, leer, montar en bici, jugar al balón, etcétera.
Todo lo que acabamos mencionar, volvemos a hacer hincapié, puede originarse debido al abuso de los videojuegos, y no porque un pequeño en momentos puntuales juegue a ellos.
Foto obtenida de: realmomsguide.sheknows.com.