En las grandes ciudades suele ser habitual que los niños vayan al colegio en transporte urbano, sin embargo, en caso de que el colegio esté situado cerca de casa es positivo ir andando porque de esta forma, puedes compartir un tiempo con tus hijos, charlar y tener una conversación agradable sobre los planes del día. De hecho, tomar aire puro antes de iniciar el esfuerzo intelectual también es vital para poder tomar energías y tener la capacidad suficiente de hacer frente a una dura jornada.
El único inconveniente puede ser el esfuerzo que algunos niños realizan al llevar la mochila en la espalda. En ese caso, puedes llevarle tú la mochila a tu hijo durante el trayecto. Y también, enséñale a no llevar más peso del estrictamente necesario. Ir andando al colegio es una forma de realizar ejercicio físico. También puedes enseñar a tu hijo normas sobre la responsabilidad vial que tiene como peatón. En caso de que uno de los dos hermanos ya sea mayor entonces, puedes dejarle al cuidado del hermano menor para que juntos vayan a clase.
De lo contrario, un adulto tiene que proteger a los niños en todo momento. Tal vez, por dificultades laborales te sea muy difícil ir todos los días al trabajo con tu hijo, sin embargo, de vez en cuando, merece la pena disfrutar de este gran placer a primera hora de la mañana porque también, el ejercicio físico reduce el estrés que arrastran muchos trabajadores en la oficina.
Es un hábito gratificante para empezar el día con optimismo y con mucha salud.
Imagen: Educastur
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