El colecho es una de las opciones que los padres tienen a la hora de dormir los niños, esta opción es criticada por unos y la elegida por otros. En cualquier caso nosotros la consideramos tan válida como la de acostarlos directamente en la cuna o en una cama, siempre y cuando se tomen las medidas oportunas. Y es que, sea cual sea la forma elegida siempre hay que tomar la decisión con sentido común y, en el caso del colecho, hay motivos que deberían tenerse en cuenta antes de dormir con los hijos.
A continuación enumeraremos algunos de esos puntos, si se siente identificado con alguno de ellos igual es mejor replanteárselo y evitar el colecho (por su puesto la decisión siempre estará en manos de los padres):
– Si el padre o la madre es fumador, da igual que no fume en ningún sitio de la casa, basta con que fume para que sea un motivo a tener en cuenta.
– Por supuesto si se consumen drogas o alcohol, incluidos medicamentos que adormezcan los sentidos.
– Si el padre o la madre sufre obesidad mórbida.
– En el caso de que los padres estén extremadamente cansados al final del día.
– Cuando el colchón es demasiado blando, si se utilizan camas de aguas, etcétera.
Además de esto, cuando se duerme con el bebé hay que evitar llevar puestos pendientes u otras joyas, así como lencería con adornos (siempre se pueden caer y el bebé se lo podría tragar), también se debe evitar utilizar perfumes u otros productos fuertes como lacas, etcétera. Si hay más hermanos que se unan a la cama, habrá que tener cuidado y el padre o a la madre se colocará en medio de ambos, para que el mayor al girarse no acabe dormido sobre el bebé.
Foto obtenida de: peopleview.com.