Hoy vamos a comentar algunas actitudes o acciones que hay que evitar (algunas también se pueden aplicar en casos de hijos con hermanos) cuando hablamos de hijos únicos. Por supuesto esto no hay que tomárselo al pie de la letra ni generalizar. Como ya decíamos en anteriores entradas, los hijos únicos no tienen por qué ser especiales y tienen las mismas virtudes y defectos que podrían tener otros niños. Ser hijo único no es mejor ni peor simplemente es una opción (a veces es también obligación porque los padres no pueden tener más hijos) que los padres tendrán.
¿Qué se debe evitar cuando estamos criando a un hijo único?:
– Nunca se le intentará recompensar con regalos y premios fuera de lugar porque los padres se sientan culpables por no haberle dado al hijo un hermanito.
– No se intentará que el hijo único sea perfecto. A veces los padres miran y remiran cada acción de estos niños intentando averiguar todos sus fallos hasta los más mínimos para hacérselos saber y que los corrijan inmediatamente.
– No hay que excederse en los halagos, no se les puede inculcar a los niños que son los mejores en todo, hay que ser realistas y hacerles ver en qué son realmente buenos y en qué pueden mejorar.
– No hay que estar constantemente encima de ellos, esto no servirá para nada sino tan solo para que los niños absorban los miedos de los padres.
– No hay que sobreproteger a los niños porque están “solos”. Muchos padres realmente sufren cuando ven que otros niños no aceptan a su hijo, y tienden a evitar los encuentros. Especialmente los hijos únicos deben relacionarse con otros niños para facilitar su sociabilización.
– Hay que evitar intentar ser amigo de los hijos, esto ocurre especialmente con los hijos únicos. Al estar solos, se les involucra en todas las conversaciones y decisiones de la pareja, y esto no deja de ser un error.
Foto obtenida de: cbc.ca.