El Síndrome de abstinencia neonatal se da en bebés recién nacidos cuyas madres tomaron drogas durante el embarazado, como anfetaminas, heroína, codeína, marihuana, diazepam, cocaína, o barbitúricos, entre otras.
Como es lógico, mientras el bebé está en el útero de la madre, éste puede llegar a tomar lo mismo que ella cuando las sustancias atraviesan la placenta, y por tanto, en el caso de que la mujer consuma algún tipo de droga, el bebé también lo hará, haciéndolo adicto a ellas. Es por ello, que cuando nacen, echan en falta la sustancia que hasta la fecha formaba parte de su “dieta”, y al no tenerla comienza a aparecer los síntomas comunes de abstinencia, que dependerá del tipo de droga, la cantidad, el tiempo que las ingirió, etcétera.
Sabemos que el hecho de exponer a los bebés a las drogas mientras están en el útero, puede desencadenar problemas como: nacimientos prematuros, síndrome de muerte súbita del lactante, nacen con bajo peso, o pueden hacerlo con defectos congénitos.
El Síndrome de abstinencia neonatal da la cara normalmente entre el primer y tercer día después del nacimiento, y el bebé presentará un cuadro de síntomas que por regla general coinciden en: diarrea, vómitos, sudoración, manchas en la piel, succión rápida, reflejos hiperactivos, respiración alterada, temblores, duermen con dificultad, o permanecen especialmente irritables, entre otros.
El pediatra deberá tratar a los bebés que nazcan con este problema, y serán ellos los que aconsejen a los padres qué hacer. Seguir las pautas que les marquen será la única forma de que el tratamiento funcione. Por regla general, además del tratamiento que cada especialista considere oportuno, para tranquilizar al bebé se aconsejará: mecerlo despacio, evitar ruido y luces, o envolverlo en una mantita, de manera que se sienta reconfortado.