Con la llegada de las vacaciones de Semana Santa muchas familias tienen la costumbre de viajar al pueblo para disfrutar del tiempo de ocio. Sin duda, el pueblo también tiene muchos beneficios para los más pequeños de la casa:
1. En primer lugar, la vida es más sana ya que la contaminación también es menor. El silencio también contrasta con el ruido propio de la ciudad. Los atascos de tráfico son inexistentes.
2. La seguridad de los niños en un pueblo es mayor que en una gran ciudad. En el pueblo puede jugar con total tranquilidad con otros niños en la calle. Por supuesto, también debe haber un adulto cerca para poder proteger al peque de cualquier posible peligro. De hecho, los niños deben ser conscientes desde pequeños de que hay que tener precaución con los extraños.
3. En el pueblo es más fácil disfrutar de la compañía de la familia. Por ejemplo, de los abuelos.
4. Los niños también toman conciencia de los hábitos de la vida de un pueblo. Es positivo tener el arraigo de viajar los fines de semana y las vacaciones a un pueblo ya que el niño puede romper de este modo, con el ritmo de la ciudad, el estrés y las obligaciones escolares para pasarlo bien en el tiempo de ocio con otros niños.
5. Las vacaciones de Semana Santa son el momento ideal para hacer planes: ir al cine, jugar en la calle, disfrutar el presente, y participar en las procesiones y eventos religiosos propios de este tiempo. Unos días de descanso en la tranquilidad de un pueblo son la mejor medicina para recuperar el equilibrio interior, disfrutar del aire puro y del contacto con la naturaleza.
Felices vacaciones de Semana Santa.
Imagen: Karting Motor