Si en el mes anterior decíamos que la mujer ya podía sentir cómo se mueve su hijo, en este las pataditas serán mucho más evidentes y más fuertes. Molestias como la acidez de estómago puede comenzar a ser cada vez frecuentes, y a medida que pasa el tiempo, la mujer se sentirá cada vez más pesada. Algunas mujeres también tendrán que enfrentarse a otros problemas como el hinchazón de los pies, y los dolores de espalda.
Alrededor de este mes, la mujer podrá comenzar a sentir las contracciones de Braxton Hicks, de corta duración y apenas dolorosas (algunas mujeres ni las sentirán en un primer momento), esto es señal de que su cuerpo se está preparando para el parto.
En el sexto mes de embarazo algo muy significativo es que los párpados del feto se empezarán a despegar y por lo tanto ya podrá abrir los ojos en ocasiones. El oído se perfeccionará también en este periodo, y aunque, anteriormente ya podía reaccionar a los ruidos, será ahora cuando el feto comience a reconocerlos.
Al final del sexto mes se habrán formado las papilas gustativas, y comenzará a distinguir los diferentes sabores que se le llegan a través de la madre, e incluso llegará a saber cuáles son los que le gustan y cuáles los que no. Los pulmones serán los órganos que menos desarrollados tendrán (no estarán preparados hasta el final del embarazo).
En esta etapa, de manera aproximada, el feto medirá alrededor de 32 centímetros y pesará sobre los 650 gramos. En este mes, el feto sigue teniendo el tamaño perfecto para moverse a sus anchas, y al ser más grande tendrá más fuerza para hacerlo, de manera que la madre (no ocurre siempre ya que no todas sienten igual y no todos los fetos actúan de la misma forma) podrá sentir a su bebé de manera cada vez más continuada.
Foto obtenida de: diyhealth.com.