El tema de los videojuegos siempre es trae un amplio debate, y mientras unos opinan que los niños en la medida de lo posible deben evitarlos, otros se decantan porque pueden resultar beneficiosos.
Pero como con la mayoría de las cosas, existe el término medio, y al igual que ocurre con la televisión, los videojuegos son una buena opción siempre que los padres tengan un control de los mismos.
Sin embargo, hoy comenzaremos hablando de los contras de los videojuegos (aunque en posteriores entradas comentaremos sus partes buenas). Uno de los problemas, de los que se ha hablado mucho en lo referente a los videojuegos, es cuando en algunos niños con antecedentes de epilepsia, se desencadena una crisis. El motivo de que esto ocurra es por los cambios de la intensidad de los diferentes colores y por los destellos que se producen en el juego. Como es lógico, esto no pasa porque en un determinado momento el juego pegue un fogonazo aislado, sino por que ocurra repetidas veces durante un intervalo de tiempo. En estos casos se considerarían los videojuegos como perjudicial para la salud del niño.
No hay que ser alarmistas con este problema concreto, la epilepsia fotosensible de la que hablamos, no es algo que se dé habitualmente, al contrario, es poco frecuente, y lo mismo lo puede provocar la televisión. Algunos especialistas opinan que estos ataques son limitados y que paran en poco tiempo, por tanto, esto, unido a que se dan muy pocos casos, bastaría para no ser radicales con este tema y no prohibir de forma tajante a los niños que jueguen con videoconsolas o vean la televisión (como es lógico hablamos de niños que no sufran de entrada este problema, en caso de que se tenga constancia de ello, antes de nada habrá que consultar con el médico).
Foto obtenida de: lifeasahuman.com.