Estas recomendaciones te ayudarán a iniciar una conexión positiva y placentera con tu bebé durante el periodo de la gestación, la cual, sin duda, se prolongará después de su nacimiento.
1. Desde el principio, dirígete al bebé con la calidez que se merece un ser tan preciado. Es símbolo del amor y de la entrega de una madre hacia su hijo y ellos así lo perciben.
2. Utiliza un tono de voz suave y tranquilo. El bebé intrauterino está expuesto constantemente a tu voz. Sin duda, los ruidos abdominales e intestinales interfieren en su recepción, aunque, sin duda, él identifica cambios en el tono y el ritmo.
Un tono de voz suave y tranquilo (especialmente el tuyo) le relaja. Además, practicar esta tranquilidad te dará calma a ti misma (y sus beneficios llegarán también al bebé). A esto se suma que, hablando al bebé de esta manera, adquiriréis un hábito que se extenderá después del nacimiento. Esta forma de comunicación es más eficaz y, sin duda, más placentera para ambos.
3. Dedícate tiempo para ti, permítete el lujo de cuidarte, de alimentarte de forma correcta, de dar largos paseos, de relacionarte con la gente que realmente te aporta buena energía, etcétera; sin duda, estas buenas rutinas le llegan al bebé.
4. Utiliza la respiración como herramienta para controlar el estrés. Puedes dedicar unos dos o tres minutos al día a hacer respiraciones lentas y profundas, preferiblemente en un lugar que te inspire calma. Aléjate del ruido y concéntrate en ti misma y en tu bebé.
5. Practica la visualización. Intenta imaginarte a tu bebé en continuo contacto contigo. Puedes llevar tus manos al vientre, traspasarle el calor (que sólo una madre puede dar) e imaginarte a tu pequeño recibiéndolo con una sonrisa en la cara. El papá también puede practicar contigo, poniendo sus manos en tu vientre y haciendo el mismo ejercicio.
6. Expresa tus emociones. En el caso de que estéis en una situación realmente estresante, intentad hablar con las personas de confianza. Compartir, expresar y canalizar emociones tóxicas es siempre positivo, más aún en tan bonita época de vuestras vidas como ésta.
Las preocupaciones diarias, tanto laborales como personales, pierden una gran carga si se comparten. Si no es una práctica muy habitual en vuestra vida, podéis aprovechar la ocasión para probar y experimentar los resultados.
7. Pon música de fondo. Suele ser más aconsejable escuchar música clásica, porque muchos estudios han demostrado sus efectos positivos. Pero cualquier tipo de música tranquila que os guste servirá para que os relajéis. Por supuesto, esto lo percibirá el bebé.
Imagen: familywellness