Como decíamos anteriormente, el destete se debe hacer sin prisas y de forma paulatina para evitar posibles molestias en la madre, y para que al bebé le resulte más fácil la adaptación a su nueva forma de alimentarse.
Se puede comenzar el destete por eliminar alguna de las tomas, y continuar así unos días, hasta que la mujer no sienta molestias en el pecho por el exceso de leche. Cuando esto ocurra, se eliminará otra toma, y se haría igual, continuando dos o tres días hasta que no haya molestias. Cuanto menos se le ofrezca el pecho al niño, menor leche producirá la mujer, y será cuestión de tiempo que, a fuerza de ofrecérselo cada vez con menos frecuencia al niño, termine por desaparecer.
Lo ideal es dejar para el final la retirada de la toma de la mañana y la noche. La razón es sencilla, son los momentos en los que la mujer más leche va a tener al haber estado tantas horas sin darle el pecho, y en el caso de la mañana, es cuando más leche se produce.
Es probable que la mujer sienta dolor en el pecho en algún momento por tenerlos llenos de leche. No hay que agobiarse, si ocurre así, se le ofrece el pecho al niño o se utiliza un sacaleches, no pasará nada por hacerlo en momentos puntuales. Como decíamos lo importante es tomárselo con calma e ir poco a poco.
Una de las posibles consecuencias de hacerlo de la noche a la mañana puede ser la mastitis, por tanto hay que tener mucho cuidado.
Respecto al bebé, lo normal es que lo pase mal los primeros días, notará que le falta algo y es posible que no quiera el biberón. También habrá que tener paciencia en esto, y sobre todo darle mucho amor y pasar todo el tiempo posible con él para que no se pierda esa conexión tan especial que existía entre madre e hijo.
Foto obtenida de: alphamom.com