Seguimos hoy mencionando los trastornos más habituales que suelen darse en los niños durante las horas de sueño. Hablábamos del sonambulismo y de los terrores nocturnos, y a continuación trataremos otros dos, las pesadillas y el bruxismo:
– Pesadillas. Esto puede confundirse con los ya mencionados terrores nocturnos, sin embargo son diferentes. La diferencia por un lado es el momento de la noche en la que se producen (fase Rem hacia la segunda mitad de la noche), y por otro que ante una pesadilla el niño se calmará con la llegada de los padres o cuidadores, cosa que no ocurre en el caso de los terrores nocturnos.
Cuando hablábamos de terror nocturno decíamos que no había que intervenir más que nada poco sirve de poco. Sin embargo, ante una pesadilla sí, ya que el niño reaccionará inmediatamente y se tranquilizará.
Las pesadillas por tanto, son sueños que producen angustia en los niños, en los que suelen aparecer brujas, monstruos, animales que intentan morderlos, etcétera. Puede que las pesadillas se repitan durante una temporada (no suelen durar más de 7 días) sobre todo si el niño está especialmente obsesionado con un tema, pero terminará desapareciendo a medida que el niño se comience a olvidar del tema.
– Bruxismo (también llamado Chirriar de Dientes). Se trata de un hábito que cogen los niños que consiste en apretar las mandíbulas y hacer chirriar los dientes. Esto se puede dar tanto de noche como de día pero, mientras que durante el día puede ser algo que el niño haga de forma voluntaria o involuntaria, si ocurre por la noche pasará a ser tan solo algo involuntario.
Esto si se alarga en el tiempo puede provocar el desgaste de los dientes, aunque por regla general desaparece cuando el niño empieza a completar la dentición con las muelas y los dientes definitivos.
Foto obtenida de: familynews.com.