Entre los trastornos del sueño que venimos mencionando a lo largo de estos días, también hay que mencionar otros dos como son: la deglución anormal nocturna y el reflujo gastroesofágico nocturno.
– Deglución anormal nocturna. Este trastorno es algo que se puede dar contadas veces, no es algo preocupante, aunque los “síntomas” puedan asustar a los padres de entrada. Lo que ocurrirá es que a lo largo de la noche y, durante un rato, dará la sensación de que el niño está masticando comida, incluso llegará a tragar una vez hecho eso. Lo que va a masticar el niño es la saliva y su deglución puede después dar lugar a tos llegando a sentir una sensación de ahogo. Dependiendo del grado, esto podrá despertar o no al niño. La duración o suele ser de más de unos pocos minutos, y como decíamos, no es algo que se repetirá frecuentemente.
– Reflujo gastroesofágico nocturno. Este trastorno se da principalmente en los bebes recién nacidos y en los lactantes. Por regla general no es algo que deba hacer saltar las alarmas, pero como siempre, recomendamos consultar el caso con el médico del niño para que ponga el tratamiento oportuno si lo considera necesario.
Lo que ocurre con el reflujo gastroesofágico nocturno, es que el niño regurgitará mientras permanece dormido, lo que puede provocar tos y como consecuencia el despertar del niño. Los reflujos podrán ser de mayor o menor intensidad, dependiendo de caso, y por regla general terminan desapareciendo a medida que el bebé va madurando sus órganos. No obstante, sobre todo si los episodios se repiten frecuentemente, volvemos a hacer hincapié en que hay que llevar al niño al pediatra.
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