Afortunadamente, la mayoría de los veces la exploración física es tranquilizadora y no existen otros síntomas preocupantes. En estos casos se puede establecer el diagnóstico de reflujo gastroesofágico no complicado sin necesidad de ninguna prueba diagnóstica e iniciar las siguientes medidas de tratamiento.
Espaciar las tomas
El reflujo gastroesofágico del lactante es una situación transitoria y benigna. La inmensa mayoría no da complicaciones y se resuelve espontáneamente (a los 18-24 meses) cuando madura la barrera antirreflujo. Es conveniente evitar tomas de volumen excesivo que, al llenar más el estómago, favorecerían el reflujo. En estos casos es preferible aumentar el número de tomas y disminuir el volumen de las mismas.
Otro aspecto importante es intentar evitar la manipulación excesiva tras las tomas pues el exceso de movimiento (cambio de pañales, juegos meciéndolo, apretarle la barriguita…) son factores que favorecen la regurgitación.
Tratamiento postural
Durante muchas épocas se ha recomendado que los niños con reflujo gastroesofágico duerman en posición prona (acostado boca abajo) o sobre su costado izquierdo (decúbito lateral izquierdo) puesto que esta postura disminuye el número y cantidad de reflujo. Sin embargo, tanto la posición prona como la de decúbito lateral izquierdo aumentan el riesgo de que se produzca la muerte súbita del lactante.
En la actualidad se recomienda dormir boca arriba (con la espalda apoyada en el plano de la cama y sin almohada) a todos los lactantes, incluidos aquellos que tengan reflujo gastroesofágico, puesto que, incluso en estos últimos, es la posición más segura. En esta posición la elevación de la cabecera de la cama no ha demostrado beneficio adicional sobre el reflujo.
Cuando el lactante está despierto y vigilado se puede considerar ponerlo en posición prono, sobre todo tras las tomas. La postura sentada como la que adoptan los niños en las sillas portabebés puede aumentar el reflujo, ya que en esta posición aumenta la presión sobre el abdomen.
Imagen: imfarmaciaclinica
Cuándo preocuparse por el reflujo I – Cuándo preocuparse por el reflujo II – Cuándo preocuparse por el reflujo IV