Unidos a los imprescindibles del bolso, que os comentábamos en la anterior entrada, a continuación, seguiremos enumerando algunos otros, que nunca estarán de más:
– Chupete. Si el niño está acostumbrado a los chupetes, siempre habrá que llevar alguno de repuesto en el bolso. Una salida, puede ser todo un fracaso, si a mitad del día el bebé pierde el chupete.
– Juguetes. Dependiendo de la edad del niño, habrá que optar por meter en el bolso algún juguete pequeño con el que se suela entretener (un coche, una muñeca…). Para los más mayorcitos, puede funcionar muy bien llevar una libreta y algunos lápices de colores.
– Crema para golpes. Si el niño ya anda, las caídas estarán a la orden del día. Llevar una crema que alivie el dolor de los golpes, siempre será una buena idea.
– Medicinas. Es habitual que, especialmente durante el invierno, el niño pase muchas épocas constipado. Si tiene un tratamiento, habrá que acordarse de llevarlo en el bolso.
– Bolsas. Llevar unas bolsas pequeñas vacías, nunca está de más, bien sea para guardar los pañales cuando no se encuentran papeleras cerca, o bien, para guardar la ropita que se haya ensuciado.
– Snacks. Si el niño es mayorcito, puede ser una buena idea llevar algo para picar en el bolso. Las galletas siempre pueden ser muy socorridas.
– Camiseta para mamá. Si la madre da el pecho, e incluso, cuando no lo está dando, puede pasar que el bebé, al mamar o al eructar, manche que la lleva puesta.
– Protector de sol. Si el sol ya se deja ver, es importante que proteger al niño con cremas solares. Nunca deberán faltar en el bolso del bebé.
Pese a todo lo que hemos dicho, cada bebé es diferente, y lo que llevaremos en el bolso variará dependiendo de las necesidades de cada uno.
Imagen: Justin See