Los idiomas son muy importantes en la sociedad actual y desde un punto de vista pedagógico siempre se insiste en que la niñez es la mejor etapa para practicar idiomas. Una idea que también queda confirmada por el estudio realizado por el Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de San Sebastián que considera que los niños de tres meses tienen la capacidad para diferenciar entre euskera y castellano. El informe explica que “los bebés de entornos bilingües tienen una mayor sensibilidad para discriminar idiomas”.
Este estudio se llevó a cabo con tres grupos de niños. Los grupos estaban diferenciados por el idioma de los padres, en un caso, los padres solo hablaban castellano, los padres de otro grupo hablaban euskera y los padres del tercer grupo hablaban los dos idiomas. Monika Molnar experta que ha participado en este estudio concluye que los bebés son capaces de detectar las diferencias en el ritmo y en la entonación de un idioma.
“Pero además, estos bebés mostraron mayor sensibilidad a criterios como la prosodia o el ritmo del lenguaje que los propios adultos, ya que las personas mayores, que ya dominan al menos un idioma, añaden otros criterios a la hora de identificar una lengua, como el léxico” concluye este estudio.
Los niños que crecieron en un entorno monolingüe mostraban indiferencia al escuchar otro idioma. En cambio, los niños formados en un contexto bilingüe mantienen la atención puesta en la charla.
La mente humana es un universo muy complejo y está claro que los bebés son un claro ejemplo de la grandeza del ser humano desde un punto de vista intelectual.
Fuente – Diario Vasco
Foto – Utilidad.com