Más importante que el orden de introducción es que se realice de forma progresiva con intervalos de 1-2 semanas para conseguir la adaptación a los nuevos sabores y poder identificar posibles alergias e intolerancias.
En general, entre los 6 y 7 meses se introducirán los cereales y posteriormente la fruta. Alrededor de los 7 meses se puede empezar a ofrecer un puré hecho con patata, al menos el 50% del puré, zanahoria, pollo y aceite. El pescado y la ternera se pueden introducir entre los 7 y 8 meses y a partir de los 9 meses el huevo, empezando siempre por la yema cocida, menos alergizante que la clara que es proteína pura.
Existe cierta controversia sobre la introducción de los cereales con gluten, que en los últimos veinte años se había retrasado hasta los ocho meses, pero que en la actualidad se aconseja no iniciar más tarde de los seis meses de edad.
Es importante destacar que, puesto que la alimentación en esta etapa es fundamentalmente láctea, la cantidad de otras proteínas animales en el puré (pollo, pescado) no debe sobrepasar los 20-30 gramos.
En la siguiente entrega (la última), nos centraremos en la alimentación de los niños con edades comprendidas entre el primer y el tercer año.
Imagen: babybulletblog
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