Ofrecer una buena educación a los hijos basada en la autoridad positiva es una decisión importante que cualquier padre debe de tomar con sentido común. Existen padres que esperan demasiado tiempo a establecer límites en la educación de sus hijos porque ven a los niños tan pequeños que consideran que todavía no es el momento oportuno. Sin duda, a los niños pequeños también se les debe de marcar límites de acuerdo a su edad, cuando facilitas el aprendizaje en el niño desde los primeros años de vida, entonces, también le das la oportunidad de crecer.
¿Cuáles son los riesgos de ser un padre permisivo?
1. En primer lugar, los niños adquieren el mensaje equivocado de que siempre se pueden salir con la suya a cambio de una rabieta. Cuando te mantienes firme ante un chantaje infantil estás enseñando a tu hijo que las normas las pones tú.
2. Lejos de lo que pueda pensarse, las actitudes permisivas también refuerzan actitudes agresivas en el niño que no conoce el concepto de límite y, por tanto, tampoco ha aprendido a manejar la frustración.
3. Los roles no quedan claramente definidos de esta forma se produce una desestructura importante en el seno de la familia. Una falta de estructura que se agrava todavía más cuando como adulto, no se toman las riendas del conflicto.
4. Se producen altos niveles de estrés y ansiedad en los padres que no saben cómo gestionar la situación de forma efectiva cuando se comportan como si fuese el tiempo el que fuese a solucionarlo todo de forma directa.
Cuando se vive una situación de este tipo puede ser recomendable consultar el caso con un pedagogo que dé unas pautas de actuación concretas porque no hacer nada al respecto nunca es una buena solución.
Foto – Camivaan