El entorno en que se produce el parto ha cambiado a lo largo de la historia, trasladándose desde el domicilio al hospital, lo que ha ocasionado su medicalización y el cambio en las posiciones adoptadas durante el mismo. De este modo, se ha ido limitando la libertad de movimientos de la mujer, siendo las posiciones horizontales las más habituales.
Actualmente, a través de diferentes iniciativas, se está promoviendo la vuelta a la verticalidad y esa libertad de movimientos durante el parto, para favorecerlo y aumentar la sensación de bienestar, tanto en la etapa de la dilatación como en la del expulsivo.
La fase de dilatación es el primer periodo del parto, y su finalidad es producir el borramiento y la dilatación del cuello uterino mediante las contracciones. La duración de esta fase varía, dependiendo de cada mujer y de si es primeriza o de si, por el contrario, ya ha tenido algún parto anteriormente.
Son múltiples las posiciones que se pueden adoptar durante este periodo para favorecer la dilatación y ayudar a la mujer a afrontar mejor la sensación dolorosa. Si está en posición vertical, padece menos dolor, tiene menos necesidad de analgesia epidural y menos alteraciones en el patrón de la frecuencia cardiaca fetal. Además, se acorta el tiempo de esta primera fase del parto.
Se debe alentar a las mujeres a adoptar cualquier posición que les resulte cómoda durante el periodo de dilatación:
- Posición decúbito supino (boca arriba): es la menos recomendada durante la dilatación, ya que el útero ejerce compresión sobre la arteria aorta y la vena cava, disminuyendo la circulación materno-fetal y pudiendo perjudicar tanto a la madre como al feto.
- Posición de decúbito lateral (de lado): sería la posición óptima si la mujer tiene contracciones fuertes y desea descansar.
- Posiciones verticales: son todas las posturas que, durante la dilatación, evita que la mujer esté tumbada y le permiten andar.
- Sentada: para adoptar esta posición se pueden usar pelotas grandes.
- De pie: hay diversas posiciones como estar apoyada con las manos en la pared y las piernas separadas, oscilando y girando las caderas cuando las contracciones no son tan eficaces, inclinándose hacia delante con los antebrazos apoyados en la pared y los hombros relajados o apoyada sobre el acompañante.
- De rodillas: sobre el suelo o la cama, situarse arrodillada, con la espalda recta, las piernas separadas y los tobillos hacia fuera es una buena posición para abrir la pelvis y liberar las tensiones de la espalda.
- A cuatro patas: esta postura es útil cuando hay dolor en la zona lumbar (un masaje, la contrapresión y el calor en la zona alivian mucho). Es de mucha ayuda intentar favorecer las posiciones fetales posteriores.
- En cuclillas: sentada sobre la silla de parto (una especie de taburete con cuatro patas y abierto por el centro, en forma de herradura), en el retrete o simplemente agachada sobre nuestras piernas. La posición en cuclillas se diferencia de la posición sentada por la ausencia de apoyo glúteo.
El expulsivo es la fase en la que, tras llegar a la dilatación completa, es decir, a los 10 centímetros; el útero se contrae para expulsar al feto al exterior a través del canal del parto. En esta etapa se realizan los pujos, por lo que la mujer debe descansar y relajarse entre contracción y contracción, y es importante el apoyo emocional de la pareja.
En la elección de las diferentes posiciones durante el expulsivo por parte de las mujeres, incluyen factores de tipo cultural y médicos. Las posturas más habituales en los países desarrollados son las horizontales, como la de litotomía (boca arriba con las piernas flexionadas).
En otras zonas donde las mujeres no están tan influenciadas, suelen elegir posturas más fisiológicas, buscando casi siempre la verticalidad, y generalmente con ayuda de pelotas, sillas de parto, barras y/o de su acompañante.
Se ha demostrado que las posiciones verticales en el expulsivo tienen beneficios evidentes; aunque también parece que producen un aumento del sangrado y un mayor número de desgarros de segundo grado. En general, estas posturas alternativas presentan ventajas sobre la posición de litotomía; por ello, si la mujer las elige durante el parto, se deben favorecer.
Las posiciones en las que la mujer se encuentran en vertical presentan varias ventajas frente a la litotomía, por diversos motivos:
- Se favorece la ampliación de los diámetros de la pelvis (especialmente poniéndose de cuclillas y a cuatro patas) y a la acción de la gravedad, los fetos descienden con más facilidad y se acorta el expulsivo.
- Disminuye la sensación dolorosa y a la necesidad de analgesia gracias al aumento de flujo de endorfinas. Además, ciertas posiciones verticales, como estar sentada y de rodillas, pueden reducir el dolor lumbar de las contracciones.
- Aumenta la frecuencia y la eficacia de las contracciones uterinas.
- Disminuyen los casos de parto instrumental y de cesárea, ya que se favorece que la cabeza del bebé se posicione mejor y que existan menos problemas en el descenso de la misma.
- Hay un menos porcentaje de alteraciones de la frecuencia cardiaca fetal, ya que disminuye la compresión de la arteria aorta y la vena cava, lo que conlleva una mejor oxigenación tanto de la madre como del futuro bebé.
Las mujeres deben tener la opción de parir en la posición más cómoda para ellas, siendo conveniente abandonar el uso de la mesa obstétrica tradicional para los partos normales. Se puede usar la cama normal o camas obstétricas articuladas para permitir las diferentes posiciones. Además, las matronas tienen que ser expertas en asistir partos en distintas posturas y han de asesorar a las mujeres sobre lo que más les conviene.
Pros y contras de las posturas del expulsivo
No tengas más dudas sobre los pros y contras de las posibles posturas a adoptar durante el periodo del expulsivo en el nacimiento de tu hijo.
Si eliges estar de pie estas son las ventajas y los inconvenientes:
- Mayores diámetros pélvicos.
- Menos partos instrumentales.
- Menos episiotomías.
- Menor dolor.
- Menos alteración en la frecuencia cardiaca fetal.
- Más libertad de movimientos.
- Ayuda de la gravedad.
- Contracciones más intensas.
- Más desgarros perineales.
- Sobrestimación del sangrado.
Si eliges estar de cuclillas estas son las ventajas y los inconvenientes:
- Mismas ventajas que de pie.
- Mismos inconvenientes que de pie.
- En mujeres que no han tenido ningún parto, se producen: más traumas y mayor incidencia de desgarros de grado III. Además, estas mujeres tienen resultados perineales más desfavorables.
Si eliges la silla de parto estas son las ventajas y los inconvenientes:
- Mismas ventajas que de pie.
- Mismos inconvenientes que de pie.
Si eliges ponerte a cuatro patas aquí tienes las ventajas e inconvenientes:
- Favorece la rotación fetal en presentaciones posteriores.
- Favorece el descenso fetal.
- Menores traumas perineales.
- Rechazo cultural de la mujer.
En posición de decúbito lateral (SIMS) las ventajas, no presenta inconvenientes:
- Tasa más alta de perinés intactos y, en general, mejores resultados perineales.
- Previene el síndrome de compresión de la vena cava.
- Más libertad de movimientos.
- Mayor intensidad y menos frecuencia de las contracciones.
Si te poner semisentada estas son las ventajas e inconvenientes:
- Abre el canal pélvico.
- Uso parcial de la gravedad.
- Mejor para el dolor lumbar que la posición de litotomía.
- Adecuada para el uso de epidural.
- Uso parcial de la gravedad.
Por último, en el caso de la litotomía, las ventajas e inconvenientes son estas:
- Adecuado para partos instrumentales.
- Comodidad del profesional.
- Facilidad para la colocación del registro cardiotocográfico.
- Más episiotomías.
- Menor libertad de movimientos.
- Cierra el estrecho inferior del canal pélvico.
Fotos | wikimedia; Alessandro Martins; madaise; Mamma Loves; Paul Hart