Desde hace varios años se dispone en el mercado de productos especiales denominados fórmulas AR (antiregurgitación) que tienen una composición nutricional similar al resto de las fórmulas infantiles del mercado. La única diferencia es que tienen añadido un espesante como el almidón de arroz pregelatinizado, almidón precocido de maíz o harina de semilla de algarrobo que hace a la fórmula más viscosa y por lo tanto con mayor dificultad para refluir una vez que llega al estómago.
Las fórmulas AR son eficaces para disminuir el número y la intensidad de las regurgitaciones en el lactante con reflujo gastroesofágico no complicado. La indicación y modo de consumo del preparado AR a utilizar debe ser siempre establecida y supervisada por el pediatra.
En niños con reflujo gastroesofágico no complicado no está justificado el tratamiento farmacológico. Recientemente algunos estudios demuestran que un probiótico (Lactobacilus Reuteri) administrado por vía oral mejora el número de regurgitaciones en lactantes con reflujo gastroesofágico. Se trata de un producto muy utilizado en procesos tales como diarreas agudas y cólico del lactante y que ha demostrado ser totalmente seguro incluso en niños prematuros.
En el niño con enfermedad de reflujo gastroesofágico está justificada una evaluación diagnóstica detallada, un seguimiento evolutivo estrecho y un tratamiento farmacológico para disminuir el número y volumen de los reflujos y la capacidad irritante del material refluido. Para ello se utilizan medicamentos antiácidos, protectores de mucosa o fármacos que mejoran el vaciamiento gástrico y la contractibilidad del esófago. La indicación, dosificación, duración y control del tratamiento debe realizarse siempre por un pediatra con experiencia en gastroenterología infantil.
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Cuándo preocuparse por el reflujo I – Cuándo preocuparse por el reflujo II – Cuándo preocuparse por el reflujo III