A continuación os dejo una serie de consejos muy a tener en mente:
- Fracciona su ingesta diaria en 4 o 5 comidas: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena.
- Asegura la presencia de todos los alimentos de la pirámide alimentaria en las cantidades adecuadas: lácteos, frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales, tubérculos, carnes, pescados, huevos y aceite de oliva.
- Evita la deshidratación con un aporte adecuado de líquidos.
- Incentívalo a que consuma aún más verduras, ya que son ricas en potasio, magnesio, ácido fólico y fibra. Estos nutrientes le ayudan a sentirse bien, a estudiar mejor y rendir todo el día.
- Evita que coma demasiado por la noche, especialmente alimentos demasiado grasos o flatulentos, ya que aumentan las dolencias estomacales y eso le impedirá concentrarse durante el día.
- Mientras estudia por las tardes, no le ofrezcas dulces, golosinas, galletas de chocolate o comida rápida. Son alimentos que aportan demasiadas kilocalorías, grasas saturadas y azúcares simples. Es más recomendable optar por alimentos como los frutos secos, fruta fresca, fruta seca, lácteos o bocadillos ligeros.
- Ayúdalo a planificar las jornadas de estudio, sueño y comidas. Las tres cosas influyen en el rendimiento.
- Elimina las bebidas excitantes puesto que no aumentan la concentración ni la memoria y provocan insomnio.
- No está justificado que en edad infantil se realicen dietas sin criterio médico o nutricional, ya que pueden provocar mareos, anemia, cansancio, irritabilidad, alteraciones en el sueño o depresión, repercutiendo negativamente sobre la salud y la capacidad intelectual.
- Si quieres complementar con vitaminas y minerales, es recomendable recurrir al consejo médico.
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