La inteligencia corporal cinestésica (o Kinestésica) es otra de las inteligencias recogidas en el la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Garder.
Se llama inteligencia corporal cinestésica a la capacidad que tiene el ser humano para encontrar el equilibrio entre cuerpo y mente con la finalidad de realizar un ejercicio físico, así como también la capacidad de usar el cuerpo como medio de autoexpresión. Las capacidades que el ser humano va a necesitar desarrollar en este tipo de inteligencia van a ser aquellas que necesitan fuerza, rapidez, flexibilidad, equilibrio y coordinación óculo manual.
Para conseguir los objetivos marcados, se comenzará intentando controlar los movimientos, tanto los que hacemos de manera voluntaria como involuntaria. Como ya nos podemos imaginar, esta inteligencia es la que desarrollan los deportistas, los bailarines, etcétera. Pero dentro de estas habilidades también entran aquellos movimientos en los que necesitamos precisión, por lo que además entrarán en este grupo los cirujanos, artesanos, relojeros, modistas, etcétera.
Las manualidades, el deporte, la danza, la expresión corporal y las artes plásticas son las habilidades que el niño deberá desarrollar para sacar el mayor partido a su inteligencia corporal cinestésica.
Durante el primer año de vida, los padres pueden ayudar ofreciendo al niño objetos que pueda manipular, a ser posible blandos para que además los pueda apretar y lanzar. A partir del año se le puede ofrecer papel y lápiz para que comience a hacer sus pinitos en la pintura, así como también jugar con ellos con los clásicos juegos de construcción. Por otro lado, se le deben dar medios para que aprenda a expresarse con el cuerpo. La plastilina también resultará una buena elección para niños a partir de tres años, ya que con ella podrán modelar a sus antojo.
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