La programación televisiva tiene una influencia directa sobre el espectador. Los niños son especialmente vulnerables ante los contenidos televisivos adecuados o inadecuados. En este sentido, los toros son objeto de debate entre aquellos que ven en esta práctica una tradición y un arte, y los detractores que asocian los toros con el maltrato a un animal. Una polémica eterna. Sin embargo, emitir toros en televisión no perjudica a los niños según el Gobierno y la opinión de Rtve que afirma que la normativa actual “respeta escrupulosamente” los derechos del menor de edad.
Según un informe del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid “no se puede considerar como peligrosa la contemplación de espectáculos taurinos por menores de 14 años, cuando se trata de niños psicológicamente sanos y que acuden a estos festejos de forma esporádica, voluntariamente, y acompañados por adultos que tienen actitudes positivas ante las corridas de toros; y que no hay bases suficientes para sustentar científicamente una medida como la prohibición de entrada de los menores de 14 años a las plazas de toros“.
En conclusión, “el Gobierno comparte plenamente la opinión de RTVE de que la emisión de corridas de toros no perjudica a la infancia; y entiende, por otra parte, que la normativa vigente en la materia respeta escrupulosamente los derechos del niño“.
Además, el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos expresa el derecho que tienen los padres de escoger el tipo de educación que quieren dar a sus hijos.
Lo cierto es que más allá de los toros, conviene recordar que la televisión en sí misma es un medio que debe de utilizarse para fomentar la educación de valores en los peques. Por ello, los padres tienen que estar muy atentos para hacer un uso adecuado del mando a distancia.
Fuente – Lne
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