Lo primero que debes saber es que el parto es un proceso fisológico mediante el cual el bebé pasa de la cavidad uterina al exterior del organismo materno. Este proceso consta de las siguientes fases: los pródomos de parto, el periodo de dilatación, el expulsivo, el alumbramiento y el postparto inmediato.
Fase de pródomo de parto
En la fase prodrómica, el cuerpo de la mujer se va preparando para el momento del parto. Durante las últimas semanas de embarazo se produce un descenso de la cabeza fetal, por lo que la mujer notará la barriga más baja y que puede respirar mejor. También son característicos los pinchazos en la zona inguinal y en los genitales.
Estos pinchazos normalmente ceden con el reposo y al acostarse sobre el lado izquierdo. Son pequeñas contracciones que van modificando poco a poco el cuello el útero para llegar al periodo de dilatación. En esta fase las contracciones no son rítmicas y son de poca intensidad.
En algunas ocasiones, durante los pródromos, la mujer expulsa el tapón mucoso, es una sustancia gelatinosa de color marrón que se encuentra en el cuello de la matriz.
Esta sustancia ha estado sellando el cuello del útero durante los nueve meses de embarazo. El tapón mucoso puede ser expulsado poco a poco durante días, esto significa que se acerca el momento del parto.
En la fase de pródromos también se puede romper la bolsa amniótica, en este caso la embarazada deberá acudir al servicio de urgencias del hospital, ya que se quedará ingresada. En la consulta de urgencias se le preguntará a la gestante por la hora a la que rompió la bolsa y por el color del líquido, después se procederá a un tacto vaginal y se decidirá si la embarazada ingresa en planta o bien en la sala de dilatación.
La dilatación
Se considera que una embarazada se encuentra en la fase activa de parto cuando presenta tres o cuatro centímetros de dilatación, contracciones rítmicas y regulares y se ha iniciado un descenso de la cabeza fetal.
En la sala de dilatación generalmente sólo hay un acompañante, esta persona será la elegida por la embarazada, normalmente es el futuro papá, que, además, estará deseando conocer al bebé. El padre o pareja debe encargarse de dar apoyo a la gestante en todo momento y recordarle que no puede perder las fuerzas, que cada vez está más cerca el nacimiento del deseado bebé.
En esta sala se le colocará a la futura mamá un registro cardiotográfico, en el que se valorará la frecuencia cardíaca del bebé y las contracciones que tiene la gestante. En los partos de bajo riesgo, en los que no se esté administrando oxitocina, se puede realizar el registro durante periodos concretos.
También se procederá a la canalización de una vía venosa de la madre. Mediante esta vía se podrá administrar sueros, antibióticos, en caso de ser necesarios, y una perfusión de oxitocina en el caso de que se necesite una mayor dinámica uterina. La oxitocina se administra diluida en suero y se pone en cantidades muy pequeñas que se van aumentando progresivamente en el caso de que las contracciones sean escasas y de poca intensidad.
Para evaluar el progreso de la dilatación se realizará un tacto vaginal y se irá anotando en el partograma. Además, se anotarán las constantes maternas, el estado fetal, el estado de la bolsa amniótica y el color de las llamadas aguas fetales, que no son otra cosa que el líquido amniótico.
En esta fase, si la embarazada lo desea, se podrá poner la antestesia epidural; para ello la embarazada y su bebé deben estar monitorizados en todo momento. Con esta anestesia la embarazada puede mover las piernas, pero pierde la sensación dolorosa de las contracciones.
Si, por el contrario, la embarazada opta por no ponerse la anestesia epidural, podrá tener libertad de movimiento. Se puede poner tumbada de lado si tiene contracciones fuertes y desea descansar. También puede deambular.
Otra de las posturas elegida por las gestantes es sentada sobre una pelota de Pilates, sobre la que consiguen liberar la pelvis y las contracciones son percibidas como menos dolorosas. También se puede poner de pie, apoyando los brazos sobre la pared o sobre la pareja.
Otra postura puede ser de rodillas sobre el suelo con la espalda recta, así como en cuadrupedia o a cuatro patas, esta posición es muy útil cuando el dolor es en la zona lumbar. Algunas embarazadas eligen la posición en cuclillas sobre la silla de partos.
La rotura de membranas solo se realizará en caso de ser necesario, bien porque la embarazada tenga pocas contracciones y el parto no evolucione o porque se sospeche que el líquido amniótico se encuentra teñido. Normalmente, si la embarazada no tiene puesta la epidural, se deja la bolsa íntegra para que las contracciones sean menos dolorosas.
Actualmente ya no se rasura el pubis ni se ponen enemas a las gestantes que pasan a la sala de dilatación.
Expulsivo
El expulsivo comienza con la dilatación completa y finaliza con el nacimiento del bebé. En esta fase el bebé tiene que descender por los llamados Planos de Hodge, que son como cuatro escalones. Una vez que el bebé tiene la cabeza muy baja (casi asomando) se pasa a la sala de paritorio, allí la embarazada podrá elegir entre las posiciones como son: de pie, en cuclillas, en la silla de partos, en cuadrupedia, en decúbito lateral, semisentada o bien tumbada en la mesa obstétrica.
Estas posiciones dependerán de la elección de la gestante y de si se le ha administrado la antestesia epidural. De todas formas, es importante dejarse aconsejar por la matrona que acompañe a los futuros papás en el momento del nacimiento. En algunas situaciones es necesaria la presencia de un ginecólogo en la sala de dilatación, ya que si el parto necesita instrumentos como espátulas, fórceps o ventosas, éstos deben ser aplicados por un facultativo.
A veces, durante la salida del bebé se pueden producir desgarros vaginales. En ocasiones es posible prevenir éstos mediante la realización de un corte en la vagina, que es lo que se denomina episiotomía. Sin embargo, ésta no siempre previene la aparición de esos posibles desgarros. Es uno de los motivos por los que conviene estar muy atenta a las indicaciones de la matrona. En los casos en los que se realiza episiotomía o se produce un desgarro (ambas circunstancias muy comunes) se procederá a la reparación mediante puntos.
Alumbramiento y posparto inmediato
La fase de alumbramiento va desde que sale el bebé hasta la salida de la placenta. Una vez que sale la placenta, ésta será revisada minuciosamente para ver que está entera y que no sangra, ya que si se quedan restos pueden impedir que el útero se contraiga y por lo tanto la mamá sangre abundantemente.
Cuando sale la placenta, si es necesario, se pasa a la reparación de la episotomía o del desgarro mediante puntos de sutura. Estos puntos se caen solos entre los primeros siete y diez días, para ello es necesaria una buena higiene y cambios frecuentes de compresas.
El posparto inmediato son las dos horas tras el parto que la mamá pasa en la sala de posparto y cuando se pasará una perfusión de oxitocina para ayudar a que el útero se contraiga. Además, se monitorizarán las constantes de la mujer y se vigilará el sangrado.
En estas dos horas el bebé se encuentra muy reactivo y es un buen momento para iniciar la lactancia materna, allí contarás con todo el apoyo necesario por parte de la matrona que te ayudará con todas las dudas.
Fotos | Bridget Coila; miguelb; Carlos Sanchez; John DellAngelo