La realidad es que la conexión entre una madre y su bebé es más que evidente teniendo en cuenta que el desarrollo del feto se produce en el interior del vientre materno. El milagro de la vida no deja de sorprender a aquellos que siguen conservando intacta su capacidad de pensar y reflexionar sobre temas humanos. Pues bien, un estudio ha mostrado que existe mayor riesgo de asma en niños cuyas madres sufrieron algún tipo de trastorno mental durante el embarazo.
En concreto, aquellas mujeres que sufrieron depresión y ansiedad pueden derivar en casos de bebés que tendrán algún problema de asma a lo largo de su vida. La ansiedad y la depresión se han convertido en dos de los ingredientes emocionales más negativos de nuestro tiempo. Existen diferentes síntomas que muestran problemas de asma: por ejemplo, tos frecuente durante la noche, ruidos extraños al respirar, frecuentes resfriados.
Aquellos peques que muestran síntomas de este tipo de una forma frecuente, deberían consultar con el médico para poder obtener un diagnóstico claro y averiguar si existe algún problema de asma. Y es que, gracias al tratamiento diario adecuado, el malestar se reduce de forma evidente por lo que el bienestar de los niños que sufren asma es un objetivo alcanzable gracias a los avances en medicina. Así, los niños pueden descansar mejor cada noche y también, pueden seguir con sus obligaciones de la rutina diaria, como por ejemplo, ir al colegio, asistir a clases extraescolares o estar con los amigos.
Por supuesto, este estudio también refleja lo importante que es que una madre se cuide a sí misma a nivel emocional para poder potenciar la salud física de su bebé.
Imagen: Entre Padres
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