El horario de tomas se debe establecer siguiendo dos pautas distintas según su edad. Desde el momento de su nacimiento y hasta los seis meses, la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia a demanda para satisfacer el apetito del bebé. Durante los primeros días y hasta la instauración de la lactancia, la leche de la madre va cambiando desde el calostro inicial, muy rico en nutrientes, proteínas, vitaminas y minerales, a la leche de transición y, posteriormente, a la leche madura, rica en grasa, para asegurar el crecimiento del bebé.
La composición de la leche materna y la propia evolución del pequeño van a influir de manera directa en el horario de tomas del bebé, que irá espaciándose a medida que transcurre el tiempo. Es posible que, al principio, notes que tu bebé mama cada hora y media, después cada dos horas y finalmente cada tres horas. Ofrécele alimento cada vez que creas que tiene hambre, no siempre que llore, porque el llanto puede estar motivado por causas distintas, y así estarás segura de satisfacer las demandas nutricionales de tu bebé.
El bebé será el que decida cuánto tiempo dura cada toma. Cuando es recién nacido probablemente se canse antes y mame sólo unos cuatro o cinco minutos de cada pecho. Después, lo hará unos diez minutos o más de cada seno.
Durante los primeros meses de vida, en el lactante alimentado a pecho, el horario de las tomas debe ser muy flexible, sobre todo, en las primeras semanas, de tal forma que hay que ponerlo con frecuencia al pecho (cada vez que entendamos que llora por hambre) sin tener demasiado en cuanto el horario de reloj. Cuantas más veces succione el lactante y vacíe el pecho, mayor estímulo para la producción de leche materna.
Pasadas las primeras semanas, la mayoría de los lactantes se adaptan a un ritmo de tomas cada tres o cuatro horas con un descanso nocturno de unas cinco a ocho horas.
En el lactante alimentado con fórmula, dado que la digestión de la misma es más laboriosa, se recomienda una toma al biberón cada tres horas por el día durante el primer mes y, si es posible, con un descanso nocturno de unas seis a ocho horas.
Imagen: pregnancyandbaby